Entrevista a Carles Segués, director de contabilidad de Abast y entrenador de básquet del Special Olympics

¿Por qué decidiste que querías ser entrenador de básquet del equipo de Special Olympics?

Abast, como patrocinador del FC Andorra, también es sponsor del equipo de capacidades especiales, que juega en LaLiga Genuine. El año pasado realizamos un entrenamiento y un partido con ellos, trabajando en tándem entre los profesionales de Abast y los jugadores de la Genuine. Mi compañera, Marta, me contó mucho sobre su vida, su familia e incluso sus mascotas, fue una experiencia muy gratificante y me divertí mucho.

Posteriormente, cenando con el primer entrenador de básquet del equipo de capacidades especiales, Joaquim Pujol, le comenté mi experiencia con el equipo de fútbol y me ofreció sumarme al equipo de básquet como entrenador. Le dije que sí de manera rotunda, antes de conocer los horarios y otras condiciones, ya que realmente me hacía ilusión sumarme al proyecto.

¿Qué es lo que te aporta?

Ser entrenador del equipo me aporta muchísimo en el plano personal, los integrantes del equipo vienen a entrenar con una actitud muy positiva y con el objetivo de mejorar su rendimiento.  Es muy gratificante ver cómo se esfuerzan en plasmar en el terreno de juego todo lo que hemos propuesto y ensayado en los entrenamientos. Entre otros, tenemos como jugadores una chica con parálisis cerebral, personas con autismo y con Síndrome de Down.

Puedo tener un mal día en otros ámbitos de mi vida y llegar allí y desconectar de todo. Tanto en los entrenos como en los partidos, los jugadores viven con más alegría sus canastas y victorias que el equipo técnico, realmente formamos un muy buen equipo.

¿Qué has aprendido durante estos meses?

A pesar de ser personas con capacidades diferentes y en principio ser más vulnerables que el resto de la población, por nuestra parte reciben un trato completamente normalizado como le daríamos a cualquier otro adulto. Además, intentamos que mejoren su rendimiento, que es un proceso largo pero fructífero.

También he aprendido que el básquet puede ser accesible a todo el mundo y a desarrollar la empatía y las habilidades de comunicación y de superación. Por último, he constatado que las personas con capacidades diferentes pueden tener una vida estándar, con trabajo, relaciones personales, etc, como cualquiera de nosotros.

¿Cómo es la dinámica del equipo en cuanto a entrenamientos y partidos?

Entrenamos los lunes una hora en el pabellón Joan Alay. Los jugadores calientan, estiran, hacen ejercicios de motricidad, etc. Luego les mostramos técnicas, como sistemas defensivos o jugadas para los partidos. Terminamos haciendo una ronda de tiros libres y después de volver a estirar, gritamos todos juntos “1, 2, 3, ANDORRA!!!”.

En cuanto a los partidos, jugamos en distintas regiones de Cataluña (Calella, Sant Feliu de Llobregat, Puigcerdà, Blanes, Pineda, La Seu d’Urgell). Recogemos a los jugadores en un minibús que facilita el club y vamos a pasar el día al lugar donde se realiza el partido. Durante el trayecto, hablamos con ellos, nos cuentan cómo están, qué tal su semana, sus vacaciones, etc.

Jugamos dos partidos en cada jornada, con dos partes de 10 minutos cada una, y luego realizamos una comida todos juntos con los otros equipos de la competición.

¿Cuáles son vuestros objetivos para esta temporada?

Para esta temorada queremos mejorar nuestro estilo de juego y las aptitudes de nuestros jugadores. También queremos mantener el nivel, pese a la baja de jugadores notables que han dejado de participar en el equipo y ampliar nuestro número de jugadores. Por otro lado, queremos seguir creando un buen ambiente, que todos los jugadores se diviertan y ganar el máximo de partidos posibles.

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